Capitulo 1 Capitulo 2 Capitulo 3 Capitulo 4 Capitulo 5 Salida
Capítulo 5: Planificación testamentaria

La mayoría de las personas tienen muchos motivos para elaborar algún tipo de plan testamentario. Para saber cuáles son esos motivos, piense en todas las personas que ama que se verán afectadas por su muerte. Normalmente esto incluye a su cónyuge, hijos, nietos y amigos. Agregue sus pasiones a la lista también: desde su escuela hasta una obra benéfica. Un plan testamentario le permitirá destinar los activos que acumuló a lo largo de su vida a las personas que desea.

Motivos para elaborar un plan testamentario
Si usted no planifica, existe la posibilidad de que la mayor parte de su acervo hereditario (patrimonio) vaya al gobierno. La planificación testamentaria también significa programar la tutela de sus hijos y dejar asentado sus deseos médicos y financieros en caso de que usted no esté en condiciones de tomar decisiones y no quiere que esas decisiones queden en mano de personas que no conocen (o a quienes no les interesan) sus deseos.

Prepararse para la distribución de su acervo hereditario (activos que usted posee al momento de fallecer) puede ser una experiencia muy estresante. Después de todo, con tantas decisiones importantes que tomar, nadie quiere equivocarse.

¿Qué es la homologación del testamento?
La homologación del testamento es el proceso administrativo y judicial que se lleva a cabo después de que uno muere. Lo que se hace es probar la validez de un testamento (en caso de existir uno), identificar, hacer un inventario y tasar los bienes, pagar las deudas y los impuestos y distribuir los activos remanentes.

Debido a que la homologación puede llevar meses e incluso años, mucha de la riqueza acumulada a lo largo de la vida puede terminar erosionándose. Los testamentos y los fideicomisos tienen el poder de reducir drásticamente el proceso de homologación testamentaria: así sus herederos pueden heredar eficientemente lo que usted quiere que reciban.

Testamentos
Un testamento no es más que un conjunto de instrucciones que especifica quién recibe qué de sus bienes. Si usted tiene bienes y seres queridos, es imprescindible tener un testamento. Si usted muere sin uno, rige la ley estatal y decide la distribución de bienes por usted. En la mayoría de los casos todo va a su cónyuge y/o hijos. Si usted no tiene cónyuge o hijos, sus familiares directos recibirán sus bienes y si no tiene familiares, el estado absorberá todo su acervo hereditario. Si bien es posible que el tribunal tome las mismas decisiones que habría tomado usted, en muchos casos no lo hace.

Uno de los motivos más apremiantes para redactar un testamento es si tiene hijos cuyo cuidado está a su cargo. Un testamento le permite estipular la tutela. Sin uno, el tribunal tomará esta decisión muy personal por usted.

Si su acerco hereditario es relativamente simple, puede optar por redactar su propio testamento con la ayuda de un programa de software especializado o un manual de instrucciones. Para las situaciones más complicadas o si no le resulta cómodo redactar su propio testamento, contrate a un abogado o un estudio jurídico para que lo hagan por usted. Dado que es un documento tan esencial, debe asegurarse de que esté bien hecho. Es recomendable pagarle a un abogado para que por lo menos le dé una mirada al documento terminado.

Fideicomiso testamentario
Un fideicomiso testamentario es un poco más complicado en su concepto que un testamento, pero en esencia es una entidad jurídica distinta que posee el título o propiedad de sus bienes y activos. Mientras usted está vivo, y actúa como administrador fiduciario, tiene el control completo de los bienes entregados en fideicomiso.

El motivo principal para crear un fideicomiso testamentario es evitar la homologación del testamento. Los bienes que constituyen un fideicomiso no tendrán que pasar por la homologación para que sus seres queridos reciban su herencia. Es más, mientras que los testamentos son público, los fideicomisos son privados, y generalmente más difíciles de impugnar.

Como ocurre con un testamento, puede crear su propio fideicomiso testamentario utilizando programas de software y manuales de instrucciones desarrollados para “aficionados”. No obstante, los fideicomisos testamentarios por naturaleza son más complicados que los testamentos, por lo tanto, quizá lo más conveniente sea que lo arme directamente un abogado.

No todos necesitan un fideicomiso testamentario. Antes de gastar el dinero para crear uno, tenga en cuenta que son caros, lleva mucho tiempo armarlos y requieren un mantenimiento continuo (que se suma al costo). Los cambios a un fideicomiso pueden llevar mucho tiempo y para mover ciertos activos tales como inmuebles, ahorros y cuentas de corretajes al fideicomiso se debe hacer un título nuevo, lo cual es engorroso.

Un testamento más un fideicomiso
Los testamentos y fideicomisos testamentarios no son planificaciones que se excluyan mutuamente. De hecho, si usted tiene un fideicomiso, probablemente debería tener un testamento para asegurarse de que todos sus activos se distribuyan según sus deseos. La mayoría de los fideicomisos no brindan instrucciones para todo lo que compone el acervo hereditario. Un testamento actúa como respaldo para todo lo que no está en el fideicomiso, ya que contendría una cláusula que nombraría a la persona que usted desea que reciba todos los bienes restantes. Sin un testamento, cualquier cosa que no se hubiera transferido al fideicomiso deberá pasar por el proceso largo y costoso de homologación testamentaria. Nuevamente, dichos activos se distribuirán según la ley estatal, y seguramente no como usted habría deseado que se distribuyeran sus bienes.

Copyright © 2008 CCCS of San Francisco